El tiburón más grande en la historia del planeta se llamó megalodón y podía crecer hasta 60 pies (18 metros) de largo. Megalodon gobernó los océanos de la Tierra durante más de 20 millones de años. Pero si tal bestia pudo sobrevivir tanto tiempo, ¿por qué la especie de tiburón gigante se extinguió hace unos 2,6 millones de años?
Las hipótesis anteriores han sugerido que el megalodón, el depredador ápice más grande conocido en la historia del océano, pasó a la historia debido al efecto dominó que el cambio climático tuvo en sus ecosistemas. Sin embargo, una nueva investigación publicada en el Journal of Biogeography concluyó que el gigantesco depredador se extinguió porque sus fuentes de alimento se volvieron menos diversas y porque otros depredadores más pequeños evolucionaron hacia una competencia directa.
Un equipo de investigación del Museo y Instituto Paleontológico de la Universidad de Zúrich examinó 200 registros de megalodón de colecciones de museos y bases de datos de todo el mundo, recreando una imagen del área de distribución del tiburón en los océanos del mundo y cómo su población creció y finalmente disminuyó en comparación con el clima mundial. . Según la investigación, las poblaciones de megalodon no se redujeron cuando la temperatura bajó en todo el mundo, ni aumentaron significativamente cuando la temperatura del agua aumentó.
«No pudimos determinar ningún vínculo directo entre la extinción de C. megalodón y las fluctuaciones globales en las temperaturas durante este tiempo», dijo la investigadora principal Catalina Pimiento, también candidata al nombre científico más genial de la semana, en un comunicado de prensa que anunciaba los hallazgos. «Las condiciones climáticas cambiantes no parecen haber tenido ninguna influencia en la densidad de población y el rango de los tiburones gigantes».
En cambio, Pimiento y su equipo creen que una caída en la diversidad de las ballenas que se alimentan por filtración, que servían como comida para tiburones y actuaban como indicador de la biodiversidad general, tuvo un mayor impacto en la eventual extinción del megalodón. El equipo también propone que la aparición de competidores más pequeños contribuyó al desvanecimiento del megalodón. Los ancestros de las orcas y los grandes tiburones blancos de hoy en día podían arreglárselas con menos comida de la que necesitaría una máquina de comer que pesara más de 50 toneladas (46 toneladas métricas), como sugieren algunas estimaciones del tamaño del megalodón.