Nuevo estudio arroja luz sobre cómo los plesiosaurios usaban sus aletas para nadar

Desde hace 220 a 66 millones de años, un extraño orden de reptiles marinos llamados plesiosaurios vagaba por los océanos de la Tierra. Aunque eran un grupo diverso en muchos aspectos, todas las especies conocidas compartían un rasgo importante: todos tenían cuatro aletas anchas en forma de paleta. Y en la mayoría de los casos, la pareja trasera casi parecía un duplicado de la delantera, tanto en tamaño como en forma.

Eso hace que los plesiosaurios, que no eran dinosaurios pero vivieron al mismo tiempo, sean únicos entre los vertebrados oceánicos. Eso se debe a que ningún otro reptil o mamífero marino, extinto o existente, tiene cuatro aletas de tamaño similar.

Entonces, ¿cómo funcionó este plan corporal único? Los investigadores podrían haber encontrado la respuesta. El 30 de agosto de 2017, un equipo internacional de científicos publicó un nuevo estudio sobre la locomoción de los plesiosaurios. Encabezado por el paleontólogo Luke Muscutt, el grupo usó medidas de un par de especies británicas para construir dos réplicas de aletas, una extremidad anterior y otra posterior, con tecnología de impresión 3D.

Estos se colocaron en un robot hecho a medida, que movió las réplicas en un tanque de agua. Para ver exactamente cómo las paletas agitarían las cosas, Muscutt y compañía también lanzaron tintes de colores en el tanque y siguieron su movimiento a través del agua.

Luego, los científicos sometieron las piernas robóticas a numerosas simulaciones diseñadas para probar diferentes estilos de natación. Descubrieron que el golpe más eficiente en energía requería que ambas aletas funcionaran en conjunto. Cuando la extremidad delantera se agitó en esta prueba, creó dos vórtices en el agua. Cuando la corriente los empujó hacia atrás, la aleta trasera se abrió paso entre ellos. Al aprovechar la estela generada por su contraparte frontal, la extremidad trasera hizo que su propio movimiento de aleteo fuera un 60 por ciento más poderoso.

Este hallazgo contradice un estudio de 2013, que argumentó que los plesiosaurios nadaban como tortugas marinas, usando sus extremidades anteriores para empujarse hacia adelante mientras que las paletas traseras actuaban como timones. Usando el robot, el equipo de Muscutt también probó esta hipótesis existente. Descubrieron que las paletas traseras tendían a producir arrastre si se mantenían en una posición estacionaria. Pero al usar las cuatro paletas para generar empuje activamente, un plesiosaurio podría moverse de manera más eficiente.

Sin embargo, los coautores reconocen que, como la mayoría de los animales acuáticos, los plesiosaurios probablemente ajustaron su estilo de natación según lo requería la situación. Además, el estudio se complica por el hecho de que varias especies de plesiosaurios tenían extremidades anteriores notablemente más largas que las traseras, o viceversa. La investigación de seguimiento deberá tener en cuenta los datos específicos de la especie.

Este video del autor principal Muscutt explica la hidrodinámica única y muestra el experimento en acción:

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