
Los humanos y los equinos por igual pueden tener bezoares, o grandes masas que pueden impedir la digestión. Explotar algunos tipos de bezoares con cola puede disolver efectivamente estos obstáculos. Amann/Kan Hoglund/Getty
Los caballos de carrera, a diferencia de los autos de carrera, no suelen encontrarse cubiertos por patrocinios de grandes corporaciones. Ningún caballo de pura raza ha tenido, digamos, una enorme pancarta de GoDaddy.com sobre sus patas mientras galopaba por el Derby de Kentucky. Pero si ese es el rumbo de las carreras, una humilde sugerencia para todos los caballos: hablen con Coca-Cola Company.
No solo porque hay mucho dinero allí. (Aunque lo hay: Pregúntele a cualquier socio olímpico.) Pero porque como con cualquier buen patrocinio deportivo, el atleta debe usar el producto y jurar que no podría vivir sin él. Y resulta que para algunos caballos, Diet Coke puede ser un salvavidas literal.
Muchos de nosotros estaríamos de acuerdo: sin una dosis de Coca-Cola Light a las 4 en punto, estamos acabados. Pero la lata carbonatada no es solo un estimulante equino; en realidad es un tratamiento para un problema grave. Los caballos (y los humanos) pueden tener impactos potencialmente mortales al comer ciertos alimentos. Las impactaciones pueden causar ulceraciones o desgarros en los intestinos o el estómago, lo que provoca mucho dolor para el caballo y la muerte. Los caquis son una de las causas de estos bezoares (o masas) que bloquean la digestión, debido a que la fibra y las semillas no pasan bien por el cuerpo del caballo.
Pero un estudio de 2002 mostró que en humanos (cinco para ser exactos), Coca-Cola podría destruir la impactación si se administra a través de una sonda nasogástrica. (Y estamos hablando de mucha Coca-Cola: 3 litros en 12 horas). Los investigadores postularon que el ácido carbónico y fosfórico en la cola hace que se formen burbujas de dióxido de carbono en el estómago, lo que ayuda a desintegrar los bezoares. Incluso hay una revisión sistemática que registra los resultados de este peculiar tratamiento, que tuvo éxito el 91,3 por ciento de las veces en humanos, ya sea solo o combinado con otra terapia.
Y aunque la prudencia no nos permite recomendar inyectar bebidas a otros animales normalmente, los resultados fueron lo suficientemente intrigantes como para interesar a los investigadores equinos. En 2007, un artículo detalló el primer tratamiento exitoso de un bezoar de caqui en un caballo que usaba Diet Coke, mediante el sifón del refresco a través de una sonda nasogástrica. No es un mal respaldo.