La impresión 3D está revolucionando la medicina veterinaria

En 2009, una tortuga marina (ahora conocida como Seemore) sufrió daños en su caparazón después de ser golpeada por un bote. La enviaron a vivir su vida en SEA LIFE Minnesota Aquarium desde un hospital de tortugas en Florida.

Pero su lesión causó lo que se llama trastorno de flotabilidad positiva (o «síndrome del trasero burbujeante»), que atrapa aire entre su cuerpo y su caparazón. Le resultó difícil bucear, flotar y nadar.

Ingrese al equipo de genios de estudiantes universitarios de la Universidad de Minnesota que imprimieron una prótesis 3-D, llamada exoshell, para corregir el problema de flotabilidad de Seemore. Hoy, Seemore nada con su «mochila» de 2 libras (0,9 kilogramos) como una tortuga marina normal.

La historia de Seemore se debe al milagro de la impresión 3D, y cada vez es más común en la medicina veterinaria reparar heridas horribles en animales, tanto domésticos como salvajes. En estos días, los veterinarios y los conservacionistas de la vida silvestre están siguiendo el ejemplo de los médicos que tratan a pacientes humanos mediante el uso de impresión 3D para crear prótesis para lesiones en extremidades, aletas, picos, huesos y, sí, caparazones de animales.

Esta tecnología se está utilizando para crear de todo, desde prótesis de piernas para gatitos y cachorros hasta picos de reemplazo para tucanes. Y aunque los implantes y las prótesis estándar están disponibles y se pueden adaptar, a menudo es igual de sencillo crear un implante, una pieza o una prótesis en 3D.

Al igual que en los humanos, los veterinarios usan tecnología (tomografías computarizadas y resonancias magnéticas) para crear imágenes del cuerpo del animal. Los escaneos brindan a los médicos y conservacionistas una imagen en 3D de cómo se ve la parte dañada y los ayuda a producir una representación exacta de la parte nueva. necesidades parecerse La impresión 3D se utiliza para crear prototipos de la pieza dañada y el reemplazo.

La imagen crea un «mapa» que se carga en la computadora que controla la impresora. Siguiendo el mapa, la impresora coloca capa tras capa de material hasta que se forma la nueva pieza. Se puede utilizar una variedad de materiales para la impresión 3D, incluidos diferentes tipos de plásticos, cerámica, metales e incluso células vivas.

Pero el hecho de que un animal pueda parecer un candidato potencial para una prótesis no significa que vaya a recibir una. Por ejemplo, el tamaño importa: los perros muy grandes o muy pequeños son más difíciles de adaptar. El muñón también tiene que estar sano; el animal tampoco debería tener ningún problema con la marcha o el rango de movimiento. Y lo crea o no, los animales con prótesis tienen que rehabilitarse, al igual que sus contrapartes humanas, para que puedan desarrollar su fuerza y ​​aprender a usar su nueva extremidad correctamente.

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