Como ser humano, no se te anima a comer rocas. Los bebés están constantemente intentándolo, y una condición llamada pica puede obligar a un adulto a comer objetos que no son alimentos, como piedras y tierra. Sin embargo, algunos otros animales realmente necesitan tragar rocas para digerir su comida. Estas pequeñas piedras incluso tienen un nombre, gastrolitos, y su uso como herramientas digestivas tiene una larga e ilustre historia evolutiva.
Los gastrolitos, la palabra literalmente significa «piedras en el estómago», son utilizados con mayor frecuencia por aves y reptiles, pero también se pueden encontrar en lombrices de tierra, algunos peces, anfibios, focas y ballenas dentadas. El registro fósil nos dice que muchos dinosaurios herbívoros también comían rocas: los paleontólogos saben cuándo encuentran la colección reveladora de pequeñas piedras aún atrapadas dentro de una caja torácica fosilizada. Por lo que los científicos pueden decir, los grupos de animales que actualmente los usan se dividen en dos categorías: animales con mollejas y animales que nadan.
Una molleja es un estómago especializado y muy musculoso unido al «estómago verdadero». Las aves, por ejemplo, no tienen dientes como nosotros, por lo que tragan pequeñas piedras, que se abren paso hasta la molleja y ayudan a moler el material vegetal, un trabajo notoriamente duro, ya que la celulosa que forma las células vegetales es dura. y difícil de descomponer solo con los ácidos estomacales. Una vez que la molleja ha hecho su trabajo, la comida se pasa de nuevo al otro estómago para seguir digiriéndola. En la molleja, los gastrolitos a menudo se vuelven redondeados y suaves, y las aves a veces los regurgitan, reemplazándolos con piedras más afiladas.
Los animales que nadan usan gastrolitos por una razón diferente, o al menos los científicos creen que lo hacen. Todavía es un poco un misterio; Durante mucho tiempo, los científicos pensaron que los animales como las focas y los caimanes tragaban piedras para regular su flotabilidad en el agua; por ejemplo, un león marino podría comer rocas para facilitar el buceo. Sin embargo, esta teoría solo funcionaría si estuvieran tragando muchas rocas grandes y pesadas, lo cual no es así, por lo que el jurado todavía está deliberando sobre eso. En los últimos 30 años, han surgido otras ideas: tal vez los animales las coman para aliviar el hambre o incluso como una ayuda para digerir los alimentos, solo que sin la molleja.
Pero para que conste, no es una buena idea que los humanos coman rocas, no tienes el equipo interno adecuado para ello.